Ulises Lima y Roberto Belano, personificaciones de la palabra “joven”, poetas y ocasionales traficantes de droga, son “narrados” por una multitud de personajes a lo largo de la novela.
Fundadores del movimiento “Real visceralista”, Ulises y Roberto, emprenden una búsqueda de una poeta: Cesárea Tinajero, como si de un animal en peligro de extinción se tratará. Sin embargo, la busqueda es forzada. Trashumantes de la ciudad de México, no siempre se topan con la mejor gente; Lima y Belano escapan hacia el desierto de Sonora, perseguidos de cerca por el padrote de Lupe, una prostituta adolescente a la cual ayudan a huir y acompañados por García Madero, miembro del grupo de los realvisceralistas.
La novela, narrada en primer persona, inicia con el diario de García Madero, encargado de dibujar el mundillo de los talleres y grupos literarios, los primeros esbozos de Belano y Lima, así como de otros personajes recurrentes en la narración. Esta primera parte se detiene cuando huyen en un Impala al desierto de Sonora.
La segunda parte, narrada por múltiples voces, exige del lector, una reconstrucción paciente del gran rompecabezas que es la novela. Bolaño, se descubre como un hábil escritor, capaz de dar voz a mujeres y hombres, jóvenes y viejos, cuerdos y locos, a cada personaje le obsequia un trozo de Belano y Lima, un fragmento que iran develando al lector poco a poco, con sus propias memorias, perspectivas y emociones.
Esta segunda parte, que se puede leer en forma azarosa, es la que le ha merecido la comparación con la gran “Rayuela” de Julio Cortázar. Es tambien esta segunda parte, la que lleva al lector a viajar por el mundo, en compañía de las sombras de los personajes. Las conclusiones que saca el lector de estas “entrevistas” dice más de sí mismo que de los personajes, develando la propia oscuridad.
La última parte, es la continuación de el diario de García Madero, el encuentro del animal esquivo que es la poesía y la maldición de los que la encuentran.
Desde el inicio, la novela no se anda por las ramas, esta es una novela acerca de literatura, se esconden –o no tanto- entre sus paginas Octavio Paz, Carlos Monsivais, y otros, retazos de escritores que hay en todos, revistas fallidas, poetas gastados, editores arruinados, escritores vendidos.Ya nadie lee poesía, es una sentencia que se escucha frecuentemente entre los escritores, el propio Bolaño tuvo que dejar de lado su poesía, para escribir una novela sobre poesía y sobrevivir.
“Los detectives salvajes” convierte al lector en el detective que debe resolver el acertijo final, la representación grafica, la ventana abierta que es la novela. Bolaño, entrega una novela, tejida por multiples voces, excepto, las de los personajes principales. Como la vida lo hace todo el tiempo, formamos historias a través de nuestras percepciones, dibujamos a las personas con nuestros recuerdos, con frases sueltas, con dias gastados, Bolaño, entrega una novela así, vida y poesía.
1 comentario:
Recíen leí los detectives, y tengo montones de notas, no me acuerdo si ya las puse por acá, pero, me encantó tu aportación.
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