Montaña de libros, a salvo de la trituración
“Ninguna ley ofrece una salida a los editores”, indica
Ana Mónica Rodríguez
Ante la imposibilidad de las editoriales para donar y obsequiar libros, debido a que pagarían impuestos por ello, y para evitar la terrible trituración de innumerables ejemplares que han permanecido almacenados, las escasas opciones para su rescate se perfilan hacia los grandes remates para que lleguen a manos de los lectores.
Paloma Sáiz, coordinadora de Fomento a la Lectura de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, explica que la modalidad de vender volúmenes a bajo costo surgió a propósito de la polémica por la ley del libro y el precio único.
“Esta ley tiene todavía muchas carencias que son imprescindibles de abordar y que legalmente no se han tratado. Esto significa que las editoriales no tienen forma de deshacerse de los libros que no fueron vendidos en rebajas y saldos y que se encuentran en bodegas.”
Después, continúa Paloma Sáiz, sucede la “terrible” trituración de los ejemplares, que ejecutan algunas editoriales, porque debido a que “además de costarles el almacenamiento tienen que pagar como activos fiscales”.
Sáiz, quien encabeza desde hace muchos años la promoción de lectura, proyecta y dirige además diversos programas para difundir la palabra escrita en varios sectores de la sociedad, señala: “Aunque me parezca una aberración terrible el hecho de que se trituren libros, también es cierto que ninguna ley ofrece una salida a los editores, porque no existe una normatividad que prohíba destruir los volúmenes y que también exente de impuestos a las donaciones y a los ejemplares que podrían ser regalados”.
Por ello, aduce Sáiz, una de las alternativas para venderlos son las grandes ofertas y los saldos a bajos precios. Los grandes remates, agregó la funcionaria capitalina, se podrían repetir, a partir de 2008, cada tres meses en espacios considerados ex profeso y con la participación cada vez más abundante de otros sellos, así como de las publicaciones independientes.
Esta ocasión, en el gran remate de libros que se realizará desde este viernes hasta el jueves 13, de 10 a 18 horas, en el recién inaugurado Centro Cultural Tlatelolco participarán Planeta, Fondo de Cultura Económica, Era, Santillana, Ediciones B, Plaza y Valdés, Andrés Bello y Random House Mondadori.
Para el próximo año, Paloma Sáiz tiene proyectado presentar programas de lectura para invidentes y débiles visuales; pequeñas ferias de libros en las diversas delegaciones; crear antologías para niños y para el bicentenario y centenario de la Independencia y la Revolución. También se incluirá material para equidad de género y contra la violencia hacia las mujeres, así como volúmenes para distribuirlos en las prisiones.
Paloma Sáiz dijo que continuarán los programas establecidos, como Para leer de boleto en el Metro, los libroclubes, los tianguis de libros y Letras en rebeldía.
Además de Sana, sana leyendo una plana; Letras en guardia, entre otros proyectos destinados al fomento a la lectura.
1 comentario:
bien cerca de mi ofis, jojo..
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