febrero 11, 2007

Bifurcación I

Del armario interior al cuarto interior...

Sole Ugarte es una linda niña rubia hija de una familia acomodada del San Miguel de Allende del siglo XlX, su vida transcurre entre los juegos con sus hermanas, los paseos con sus nanas, el salón de bordado y la cocina... hasta que en uno de esos bailes organizados para la crema y nata de la sociedad conoce a un joven que, detrás de una máscara de diablo, la invita a bailar y por ese baile su destino queda escrito.

Sin embargo los ojos de Sole se van detrás de los ojos negros de Gala, un mestizo empleado de gobierno cuyo mayor pecado es ser juarista. Razón por la que cualquier relación con Sole le está negada... y sin embargo él es quien escribe las hermosas cartas que provocan que a sus dieciséis años, Sole se case con el diablo, bueno con el de la máscara de diablo, Luis Valdés quien según Doña Manuela Melgar y Melgarejo, madre de Sole, sí es gente como uno, porque a final de cuentas “todos somos de barro, pero no es lo mismo bacín que jarro”

Pero el diablo es el diablo, y en sus manos Sole vive pariendo hijos y rodeada de murallas, las construídas por su marido, las creadas por la católica sociedad hipócrita, escondiéndose sobre todo de sus propios deseos y pensamientos los que guarda siempre en lo que ella llama su armario interior.

Adán es un joven y guapo ingeniero de treinta años, mujeriego, ex alcohólico y exadicto a la heroína, vive rodeado de mujeres que lo satisfacen en todos los sentidos, pero sigue prendado de “La Chule”, esa novia que tuvo desde la prepa y con la que pensó que se iba a casar. Hasta que la programación neurolinguística se impuso y La Chule decidió que no quería una relación como la que tenían. De nada vale que le lleve serenatas con canciones de Timbiriche. Pero tampoco le ayuda el caer ante la seducción de la adolescente sobrina de La Chule. Además de que el karma generado desde los años de la prepa cuando Adán le hacía la vida imposible a La Chivigón, una chava que "por su culpa" terminó siendo actriz de teatro infantil en botarga, los alcanza, a todos, porque el karma siempre nos alcanza. Adán se enfrenta todos los días al fracaso, al miedo, a sí mismo, a la tentación de volver a caer, caer muy, muy bajo…

Todos sus pensamientos, sus estados de ánimo, sus momentos de paz, sus momentos de desesperación, sus momentos de lujuria, los vive en su cuarto interior, se visualiza dentro de su cuarto interior.

Pero cuál es la diferencia entre un armario y un cuarto, ¿que Sole es mujer y por eso su espacio es más reducido? ¿que vivió en el siglo XIX, donde la intimidad difícilmente existía?¿La diferencia es que Adán es hombre “en toda la extensión de la palabra” un hombre del siglo XXI que se sienta en flor de loto y barre el desastre después de la tormenta?

¿La diferencia es que Sole vive en el libro Quién como Dios y Adán en la película Efectos secundarios?

A veces tiendo a pensar que en el fondo las diferencias no existen.

1 comentario:

lagartija dijo...

mi azotea interior fue destruida por el tsunami...