Bueno, primero que nada una disculpa por no colaborar por acá, andaba yo muy atareado con varios asuntos y ya saben, el tiempo no da para mucho.
Pienso que hay libros que son como epicentros, como en todo, terremotos literarios que sacuden a toda una generación y la llenan, la inspiran de nuevos estilos, nuevas formas narrativas, de estructura, todo eso. En la literatura hispanoamericana se han dado muchos casos: Pedro Páramo, Rayuela, entre los más conocidos; sin embargo antes que todo el gran “boom” latinoamericano, existe un libro que me parece fundamental: El Señor Presidente, de Miguel Ángel Asturias.
Basándose en la vida del presidente guatemalteco, Miguel Estrada Cabrera, Asturias retoma el tema de las dictaduras latinoamericanas. Lo sorprendente del libro, entre muchas otras cosas, es que la figura del caudillo apenas y se asoma; la historia está contada a través de historias que se van entrelazando de forma sutil, dando un panorama amplio de una Guatemala podrida, ahogada en si misma y en sus malos olores. Sin embargo, es a través de los sucesos aislados como se intuye la fuerza devastadora del Presidente, la omnipresencia de su voluntad que llega a todos los rincones, a todas las casas; que lo escucha todo y lo sabe todo antes de que nada suceda.
Es un libro que te obliga a sentirlo; el miedo, el dolor, el asco, la tristeza, se instalan en ti de golpe, se imponen sin darte tiempo a resguardarte, en serio. De repente estás en una encrucijada de sentimientos: sientes asco y desprecio por los hechos que se narran, pero las palabras usadas, cada metáfora, el malabareo del lenguaje resaltan una belleza implícita que te obliga a seguir leyendo. La abundancia de gentilicios, así como el extensísimo vocabulario del buen Asturias, al principio puede dificultar la lectura, no se asusten, es cosa de que se acostumbren (además las nuevas ediciones cuentan con un glosario ;) ).
Por este libro, Miguel Ángel Asturias ganó el Premio Nobel de Literatura en 1967; se le considera la obra prima del Realismo Mágico. Aquí les dejo unos fragmentos, meramente descriptivos (no quiero adelantarles la historia), tan sólo para que se animen:
“ La calle rodaba como un río de huesos blancos bajo puentes de sombra. Por momentos se borraba todo, pátina de reliquia antigua. Por momentos reaparecía realzado en algodón de oro...”
“…En el mar entraban los ríos como bigotes de gato en taza de leche. La sombra licuada de los árboles, el peso de los lagartos cachondos, la calentura de los vidrios palúdicos, el llanto molido, todo iba a dar al mar..."
Libros relacionados: Leyendas de Guatemala (Miguel Ángel Asturias), El Otoño del Patriarca (Gabriel García Márquez), La Fiesta del Chivo (Mario Vargas Llosa).
2 comentarios:
¡suena increible! ya mismo lo intento conseguir. Muchas Gracias
Miguel Ángel Asturias siempre me ha parecido impenetrable, pero con tanto entusiasmo creo que haré el esfuerzo...
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